Cuida a tus compañeros como a ti mismo.

Esguinces, moretones, golpes accidentales durante el entrenamiento son frecuentes.

 

En la mayoría de las ocasiones se deben  al descuido o la falta de atención.

 

Quienes tienen más tiempo logran controlarse y tienen la obligación de proteger a los que recién se inician.

 

En el caso de los principiantes, aún no desarrollan esa capacidad.

 

Resultado… Compañeros lesionados…

 

Sin la ayuda de los compañeros es difícil desarrollar nuestras habilidades y comprender cada una de las técnicas.

 

Por ello, entre las reglas que se deben respetar en el salón de entrenamiento se incluye el respeto y la concentración.

 

Pero hay una regla que debe estar por encima de las demás: cuidar a nuestros compañeros de entrenamiento como nos cuidamos a nosotros mismos.

 

Lograrlo no es fácil.

 

Primero que nada se debe conseguir el autocontrol y el conocerse a uno mismo.

 

Si algo me es difícil, debo dedicarle más tiempo y paciencia. Entrenamiento en casa.

 

No apresurar las cosas y poner atención a las recomendaciones que haga el Sifu, el instructor o quién guíe la clase.

 

Evitar los juegos, así es como sucede la mayor cantidad de accidentes durante el entrenamiento.

 

Para dominar una técnica o bien una forma (kata las conoce la mayoría en occidente) se requiere práctica, dedicación y mucha atención para comprenderlas y entender su belleza.

 

Además del tiempo necesario que hay que dedicarles, su aprendizaje, al igual que las técnicas por separado, debe hacerse sin utilizar fuerza.

 

Entre más relajado se esté es más sencillo su comprensión y que el cuerpo se adapte a los movimientos de manera que pueda ser asimilada más rápidamente.